España multiplica por 7 la inversión en energías limpias

 

Hace una década, España se convirtió en unos de los países más activos en lo que a energías limpias se refiere. Según el último estudio de Bloomber NEF(BNEF), entre 2007 y 2008 se realizaron inversiones por valor de 46.500 millones de dólares (39.9811 millones de euros) en este tipo de tecnologías en nuestro país. Sin embargo, los cambios legislativos que se aplicaron en años posteriores, especialmente a partir de 2012, mermaron la confianza de los inversores, que decidieron buscar otras regiones con leyes más favorables que garantizaran y protegieran el capital invertido. 

Diez años después, las cosas empiezan a tomar otro cariz. Después de varios años de sequía inversora, España empieza a recuperarse. En el primer semestre de 2018, según el citado estudio, las inversiones en energías limpias en  nuestro país se incrementaron un 652 por ciento con respecto al mismo período del año anterior, lo que se traduce en un monto total de 1.500 millones invertidos, de los que 1.100 millones se destinaron a proyectos eólicos y los otros 400 a proyectos fotovoltaicos.
 
 
 
Aunque se trata de una cantidad testimonial comparada con los 138.200 millones invertidos en los seis primeros meses del año a nivel global, un 1 por ciento menos que el mismo período de 2017, lo cierto es que nuestro país ha conseguido posicionarse en el décimosegundo puesto del ranking, por delante de otros países europeos como Alemania y Reino Unido, que han visto cómo sus inversiones se han reducido en un 77 y un 51 por ciento, respectivamente, en el citado semestre, situándose en los puestos 14 y 18 de la tabla.
 
Francia, por su parte, que ocupa la decimoquinta posición, también ha reducido sus inversiones en energías limpias un 13 por ciento, mientras que Noruega, que se sitúa justo detrás del país galo, las ha incrementado nada menos que un 231 por ciento. En el cómputo general, Europa ha subido un 8%, con un total de 16.000 millones invertidos en el primer semestre del año, lo que le coloca en el tercer puesto del ranking, por detrás de China y EEUU, dos países que suman el 65 por ciento de la cantidad total invertida (los 138.200 millones) en lo que llevamos de año. Sólo en el segundo trimestre, la inversión global realizada ha rozado los 77.000 millones lo que supone  un aumento interanual del 8%, impulsado por una mayor actividad  en EEUU, y en cierta medida en Europa.

 


Si lo analizamos por sectores, el estudio muestra un descenso de la inversión en energía solar de un 19 por ciento en la primera mitad del año respecto a las mismas fechas del año anterior, que se traduce en 71.600 millones; todo lo contrario que en eólica, que experimentó un incremento del 33 por ciento, hasta alcanzar los 57.200 millones invertidos. Las razones que alegan los analistas de Bloomberg a la caída de la inversión en solar son, principalmente dos: por un lado, unos costes de capital significativamente más bajos para proyectos  fotovoltaicos, es decir, menos gasto por megavatio instalado, y por otro lado, una desaceleración de la inversión en China como consecuencia de la restricción impuesta por el Gobierno de este país, efectiva desde el 1 de Julio, a nuevos proyectos solares que necesiten un subsidio nacional, lo que, a su juicio, podría provocar una fuerte caída en el número de instalaciones soalres en los próximos meses no solo en este país, sino también a nivel mundial.

En la primera mitad del año, China invirtió en energía solar 35.100 millones, un 29 por ciento menos que en el primer semestre de 2017, aunque los analistas esperan que el recorte realizado por el Gobierno de este país se aclare a partir de la segunda mitad del presente año. Por otro lado, antes del anuncio chino, los analistas ya vaticinaron un exceso de capacidad de producción solar a nivel mundial, junto a una caída de los precios de los módulos fotovoltaicos en un 27 por ciento para este año, una cifra que han elevado actualmente al 34%, lo que supone una media mundial de 24,2 centavos de dólar por vatio a finales de 2018.
 
Por lo que respecta a la eólica, el estudio destaca el elevado flujo inversor de EEUU que, en la primera mitad del año, invirtió un total de 17.500 millones, lo que supone un avance nada desdeñable del 121 por ciento respecto al mismo período del año anterior. 
China ha conseguido resistir y aumentar un 4 por ciento el capital invertido, con una cifra que supera los 17.600 millones en el primer semestre del año. Los analistas pronostican que la inversión de EEUU en esta fuente renovable seguirá aumentando hasta 2019, ya que los promotores están acelerando la finalización de los proyectos en curso para conseguir las ayudas fiscales que el Gobierno Federal ha concedido a este sector.

Fuente: eleconomista.com